El Secretario General de la CREEX, Javier Peinado, ha atribuido tanto a la configuración del tejido productivo extremeño como a los apoyos que han supuesto los ERTE y las ayudas directas de la Junta de Extremadura el hecho de que el paro registrado en la región presente mejores datos que la media española.
“La estructura de nuestro tejido productivo, con menor peso de actividades intensivas en empleo como el turismo o la industria manufacturera, que son los sectores que están soportando lo peor de esta crisis, nos ha podido beneficiar en esta ocasión”, ha explicado Peinado.
Además, ha aludido a medidas como los ERTE, y las ayudas directas para el mantenimiento de empleo y empresas articuladas por la Junta de Extremadura en el seno del diálogo social, como actuaciones que han permitido “aguantar de momento, pero en una situación muy precaria”.
En todo caso, el dirigente de la única organización representativa de todo el empresariado de la región, ha advertido de que aún hay 7.000 personas en Extremadura con suspensión temporal de sus empleos, “y sus puestos penden en muchos casos de un hilo, y dependerán de lo que tarde en volver y consolidarse la recuperación económica”.
Recuperación en dos años
Precisamente en este asunto, el de la recuperación, el Secretario General de la CREEX ha señalado que los empresarios y las empresarias “somos optimistas por naturaleza, casi diría que por obligación, pero también realistas, nada ingenuos”.
Peinado ha recordado que ya antes de que sobreviniese la tercera ola de pandemia, antes de Navidad, “ya dijimos, por los estudios que realizamos, que la recuperación tardaría al menos dos años, y que 2021 no sería un buen año, si acaso en el último trimestre se vería algo de luz”.
Por desgracia, ha añadido, los acontecimientos están dando la razón a aquel pronóstico: “la vacunación no va al ritmo deseado, y además habrá que ver la eficacia en cuanto al momento en el que se alcance esa deseada inmunidad de grupo”.
Además, también será determinante a su juicio “cómo ha quedado de dañado el tejido productivo, cuál es la capacidad real, las fuerzas que quedan a las empresas, para recuperarse y volver a sus índices de empleo, generación de bienestar y producción; eso será lo que marque la entidad y el calado de esa recuperación”.