Pedimos respetar la lealtad y confianza con la que los agentes sociales participamos en el diálogo social, el esquema nacido de la Transición, basado en la negociación tripartita entre el Gobierno y los representantes de los empresarios y de los trabajadores. Un modelo de madurez democrática que ha mejorado la convivencia y modernizado la economía española, gracias a la aplicación de la experiencia del mercado laboral en las reformas consensuadas.
En los últimos tiempos, estamos asistiendo a una utilización política del diálogo social, en el que no se negocia sobre objetivos comunes que beneficien a todo el sistema. Las reformas inamovibles marcadas unilateralmente por el Ejecutivo y sin margen de alternativa circunscriben el papel de los agentes sociales a lo impuesto, perdiendo legitimidad.
Lo político pesa más que el interés general y se busca el acuerdo social para vestir de consenso la imposición. Los empresarios han trabajado con lealtad y confianza siempre, con cesiones incluso solo por mantener el consenso. Exigimos, por tanto, la misma lealtad por parte del Gobierno y solo será posible si despolitiza el diálogo social.
Las propuestas de los agentes sociales deben tener cabida; se deben respetar los pactos alcanzados y no desvirtuarlos tras la aprobación de la norma, y es imprescindible cesar de aprobar reformas del mercado de trabajo sin ni siquiera consultar a los afectados. La falta de consulta, de idoneidad de la norma y de estudio de las consecuencias restan eficacia a nuestro sistema jurídico, obligando a rectificaciones continuas y ocasionando una gran incertidumbre para las empresas.
(Fuente: Manifiesto CEPYME Por la Libertad de Empresa)