El sector de hostelería y turismo de Extremadura está viviendo un verano de luces y sombras.
Por una parte, en el lado positivo, el empleo ha batido récords en julio, con casi 29.000 trabajadores en hoteles, restaurantes y actividades vinculadas, y en momentos puntuales como el puente de agosto se ha rozado el lleno en muchos destinos.
Sin embargo, tal y como explica el Presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Extremadura, Antonio Martínez, persiste un desequilibrio en los precios, ya que no se ha podido repercutir, ni de lejos, el alza de costes de suministros, productos o laborales.
Así, mientras en España los precios en el sector subían un 10%, en Extremadura apenas se llegaba al 3% de subida, lo que está llevando a una situación muy complicada a muchas empresas.
El temor es que un incremento de precios acorde con la subida de costes ahuyente a los turistas, puesto que ya se está viviendo una retracción del consumo, con una caída de cinco euros en el ticket medio por comensal.