La Federación Extremeña de Turismo Rural (FEXTUR), organización que representa a las empresas de turismo rural de la región, ha hecho un balance positivo de la campaña de verano que ya termina. Según ha señalado su Presidenta, Victoria Bazaga, las cifras han sido similares a las de 2019, que es el año que ha de servir como referencia, “ya que el 2021 fue algo ‘especial’, nos convertimos en lo más elegido por tener destinos muy poco masificados, establecimientos de pequeño tamaño y excelentes medidas de seguridad y prevención, que aún mantenemos”.
Según apunta, este verano ha continuado esa tendencia de ‘destino elegido’ aunque con menor intensidad, “pero, en todo caso, son muchos los turistas nacionales que han seguido pensando en Extremadura como un destino ideal para disfrutar de las vacaciones con riesgo muy bajo de contraer el covid”.
Respecto al ámbito general de los visitantes, prima el turismo nacional, “sobre todo el familiar, con estancias de entre dos y cinco noches, que viene atraído por la gastronomía, la tranquilidad, la cultura y la naturaleza, en ese orden”.
No oculta Bazaga, sin embargo, que han existido factores que han puesto en riesgo la marcha de la campaña. En primer lugar cita los incendios, donde lamenta que el modo de dar las noticias por parte de algunos medios, dando la sensación de destrucción muy amplia de los parajes, disuadiese a muchos clientes, a lo que se sumaron las olas de calor que comprometían las estancias.
“También la incertidumbre económica ha pesado, la inquietud por la alta inflación, lo que ha hecho bajar el gasto medio por cliente, pero aun así nos hemos defendido”, asegura.
Plan de choque
Esta incertidumbre, además, lejos de remitir parece intensificarse, por lo que las perspectivas de otoño pueden verse comprometidas. “La pérdida de poder adquisitivo de nuestra clientela potencial puede ser un lastre, sobre todo si no se adivina un cambio de situación, pero confiamos en poder acabar el próximo trimestre con fuerza; lo necesitamos porque aún arrastramos las consecuencias de las crisis de 2020 y 2021”, comenta la Presidenta de Fextur.
Como es obvio, el alza de precios no solo afecta al cliente, sino a las empresas turísticas, y así lo señala Bazaga: “va a ser difícil capear este temporal en términos de rentabilidad, por la fuerte subida de los costes de la energía y los suministros, por lo que desde FEXTUR, en colaboración con CREEX, ya estamos preparando un plan de choque para ayudar a nuestros asociados a afrontar este panorama”, anuncia.