Editorial: SOS para la Hostelería y el Turismo

Editorial: SOS para la Hostelería y el Turismo

La hostelería y el turismo son, junto con el comercio, seguramente los sectores más castigados por la crisis económica y social derivada de la pandemia. No se trata solo del daño que están sufriendo casi 13.500 empresas extremeñas y entre 26.000 y 29.000 empleos, según épocas, lo que ya sería bastante grave, sino del efecto arrastre que golpea a las actividades vinculadas: proveedores, transportistas, empresas de servicios, agricultores y ganaderos, mercados…

Un efecto dominó que va poniendo en peligro un número incalculable de negocios, que pone en riesgo la cadena de pagos y que, a la postre, puede terminar provocando una crisis financiera cuando no puedan hacer frente a los créditos.

La estructura empresarial de estos sectores suele ser de microempresas y autónomos, que carecen del pulmón necesario para aguantar unas restricciones tan duras durante tantos meses, con caídas del 80%-90% en los ingresos y gastos fijos al 100%.

Por eso, en este primer Boletín de Sectores hemos querido pulsar la opinión de cinco personas que tienen dos cosas en común: vinculación profesional y empresarial a la hostelería y el turismo (alojamiento rural, bares, restaurantes, ocio nocturno u organización de eventos), y representatividad en organizaciones empresariales en defensa de estos sectores.

El análisis ofrece un panorama desolador: las restricciones y limitaciones no se han visto en ningún momento correspondidas con ayudas efectivas. Es más, se ha criminalizado a estos sectores, imponiendo condiciones como si fuesen los responsables de la expansión de la pandemia, cuando la realidad, avalada por el propio Ministerio de Sanidad, es que solo se les puede responsabilizar del 2,3% de los contagios. Se ha optado, en la mayoría de casos, por medidas cara a la galería, sin análisis y sin respaldo económico que salve a las empresas.

De una fase de cierre total, donde, al margen de los ERTE, solo se les han ofrecido créditos (más deuda que asumir) y aplazamientos (más obligaciones a medio plazo), sin valorar que lo que se ha perdido ya no se va a recuperar, se pasó a una fase, si cabe, peor: abrir con limitaciones que impedían el desarrollo de la actividad en términos mínimamente rentables, para usar esa apertura como justificación para mermar aún más las exiguas ayudas.

Cierto es que en Extremadura la situación no ha sido tan mala como en otros lugares, fruto del diálogo continuo que la CREEX, como legítima y única organización más representativa del tejido productivo extremeño, ha mantenido con la Junta de Extremadura, con canales abiertos en los que plantear, con lealtad pero con firmeza, la situación y posibles paliativos.

Pero las competencias del Gobierno extremeño y su capacidad financiera llegan hasta donde llegan, y es al Gobierno de España al que hubiese correspondido un plan de salvación de estos sectores. Por desgracia, este Gobierno de España ha dado en la mayoría de casos la callada por respuesta.

Ahora, hostelería y turismo lanzan un SOS, un último grito de socorro, que para muchos negocios ya llegará tarde: en un tejido productivo de microempresas y autónomos la supervivencia diaria ya es un desafío casi inalcanzable, y estamos viviendo verdaderos dramas, empresarios que lo han perdido todo, incluso sus viviendas.

Pese a todo, y pese a todos, la CREEX no va a dejar de batallar en todos los foros, bajo dos premisas. La primera es seguir exigiendo ayudas directas a la liquidez y exoneraciones en impuestos y cuotas a la Seguridad Social. La segunda, en hacer un llamamiento a la sociedad para que, siguiendo lo marcado por nuestra campaña #TomaPartido, acuda, con todas las prevenciones sanitarias precisas, a sus bares y restaurantes de siempre, a sus alojamientos de ocio y turismo. Porque, como refleja otro de los slogans de la campaña #SomosdelosVuestros, tras las empresas hay personas, familias, tus vecinos, tus amigos… y ahora te necesitan.

Solo resta por pedir a los empresarios unidad, frente a plataformas, asociaciones y colectivos de todo tipo que surgen como setas, sin representatividad real alguna, sin capacidad para hacer oír la voz del empresariado, y que al poco tiempo desaparecen, frustrando las expectativas de quienes creyeron ver en ellas una tabla de salvación.

Reforcemos, pues la unidad empresarial, porque, como señaló Henry Ford: Llegar juntos es el principio; mantenerse juntos es el progreso, y trabajar juntos es el éxito

Salud y ánimo