CREEX reclama apoyo para que microempresas y autónomos afronten la reconversión hacia la nueva economía digital

CREEX reclama apoyo para que microempresas y autónomos afronten la reconversión hacia la nueva economía digital

  • Javier Peinado pide ayudas económicas y medidas que permitan a las empresas adaptar sus procesos a los nuevos hábitos de consumo
  • Preocupación por la supervivencia futura de las empresas extremeñas que aún permanecen en ERTE

Que se aprovechen los fondos autonómicos, nacionales y europeos para impulsar ayudas especialmente a microempresas y autónomos, de manera que puedan reconvertirse hacia la nueva economía digitalizada, y que se implemente un marco normativo flexible que posibilite que las empresas puedan ajustarse a los nuevos hábitos del consumidor de productos y servicios, son las cuestiones sobre las que la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) pone el foco a medio y largo plazo.

En su análisis de los últimos datos de paro registrado, el Secretario General de la CREEX, Javier Peinado, ha indicado que en los últimos meses se muestra un ‘encefalograma plano’, con pequeñas subidas y bajadas, aunque mostró su preocupación por la caída de la contratación, puesto que estaría dando una clave sobre la situación de la economía.

Sin embargo, ha asegurado estar más preocupado por otro dato, el de las 1.200 empresas que aún permanecen en ERTE, “porque si no somos capaces, para cuando finalice el salvavidas de los ERTE, de buscar el modo de reorientarlas y reconvertirlas hacia la nueva economía, la digitalización y la industria 4.0, va a ser muy difícil que sobrevivan en los nuevos mercados”.

Peinado ha afirmado que hay que ser realistas y saber que tras esta crisis hay mercados y sobre todo hábitos de consumo que no volverán a ser iguales, “y lo primero sería detectar las empresas zombis, que ahora se sostienen con ayudas excepcionales, créditos ICO y ERTE y tendrán muy complicado mantenerse cuando todo esto finalice”, para añadir: “hay que centrar el esfuerzo en microempresas y autónomos, no podemos permitirnos dejarles de lado. Los fondos autonómicos, nacionales y europeos han de enfocarse a permitirles adaptarse, no solo a nuevos nichos de mercado, porque eso sería un gran error”.

Asimismo, ha indicado que no se trata solo de poner dinero, sino de cambios jurídicos que faciliten la adaptación: “es muy preocupante escuchar globos sonda como que se va a ir hacia una normativa laboral más rígida, cuando lo que demanda el mercado, lo que demanda la sociedad, es mayor flexibilidad. Lo vemos en los hábitos de consumo, la gente no se ata a un proveedor de telefonía, de electricidad, sino que quiere libertad para cambiar, igual sucede por ejemplo con el mercado del automóvil, cada vez existen más fórmulas, más diversas. Ante esta realidad, ¿se puede ir hacia mayor rigidez que impida a las empresas adaptarse a los cambios del mercado y del consumo? Es un absurdo que costaría muy caro”.