CREEX ha hecho un llamamiento a empresas, autónomos y trabajadores, y en general a toda la población extremeña, para que ayude con donativos en metálico a las víctimas de la guerra en Ucrania.
Según ha explicado Javier Peinado, Secretario General de la CREEX, “todo lo que aportemos, en función de las posibilidades de cada uno, suma, y de esa suma debe salir una corriente de solidaridad hacia los ucranianos en estos momentos tan trágicos”.
Peinado ha recomendado que las donaciones sean “en dinero y canalizadas a través de ONG con reconocida solvencia”, en vez de donar alimentos o, incluso, trasladarse a la frontera Polonia-Ucrania a recoger a los refugiados.
“Tanto las ONG que trabajan sobre el terreno, que son las que mejor conocen la situación, como las autoridades desaconsejan entregar alimentos o ropa, y más aún coger el coche e irse hasta Polonia”, ha explicado.
En el primer caso, el de donar alimentos o ropa, se señala como principal problema el coste logístico de los envíos, que encarece el proceso y merma la eficacia de la ayuda. En el segundo, el problema es aún mayor: se puede acrecentar la confusión que ya existe en la frontera, y donde las mafias de tráfico de personas ya están actuando, ocultándose como ‘rescatadores’ de refugiados, y además el gasto que supone el trayecto podría emplearse con más eficiencia donándolo a una de las organizaciones que hay sobre el terreno.
“Ir hasta la frontera polaca y volver puede suponer un coste, solo en combustible, de 1.500 euros”, explica el Secretario General de la CREEX, y añade: “si este dinero se dona a una ONG, podría alquilar varios autobuses allí mismo para sacar a los refugiados”.
Asimismo, Peinado señala que enviar dinero propicia que una gran parte del gasto se realice en la propia zona donde están los refugiados, “ayudando así a esa población fronteriza que a duras penas puede manejar una situación como esta, una avalancha de decenas de miles de personas cada día que necesitan alimento, cobijo y atención sanitaria”.
El dirigente de la única organización que representa a todo el tejido productivo extremeño se ha mostrado convencido de que la corriente de solidaridad que han despertado las víctimas de la guerra se canalizará eficazmente, y ha añadido que una forma complementaria de apoyarles es ofrecer instalaciones adecuadas, incluso el propio hogar de cada uno, para acoger a quienes han tenido la desgracia de tener que abandonar su país de manera tan traumática.