El secretario general de la Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX), Javier Peinado, ha destacado el compromiso de las empresas extremeñas con la igualdad de oportunidades en el mercado laboral “yendo en muchas ocasiones más allá del estricto cumplimiento de la norma”. Según Peinado, con demasiada frecuencia se estigmatiza y señala a las empresas, “sin caer en que las empresas no son otra cosa que el reflejo de la sociedad en cuanto a roles, incluso por los estudios que se han realizado en el ámbito extremeño, en términos generales esta igualdad real se da en mayor medida en las empresas que en la sociedad en su conjunto”.
Como ejemplo de este compromiso, el secretario general de la CREEX ha indicado que las empresas extremeñas de menos de 150 trabajadores ya están asumiendo “con normalidad” la tarea de elaborar y registrar Planes de Igualdad, pese a que la ley a quien obliga a tener estos Planes antes del próximo 7 de marzo es a las de más de 150 trabajadores, mientras que el resto tienen de plazo hasta 2021 (entre 100 y 150 trabajadores) o 2022 (entre 50 y 100 trabajadores).
“Las pymes de nuestra región ya están poniendo medidas para la igualdad de oportunidades, pero esta labor no les concierne solo a ellas, tiene que realizarse de forma integral, desde todas las Administraciones, y trascender el ámbito laboral para implantarse en la sociedad, donde queda aún camino por recorrer”, ha asegurado el dirigente de la organización más representativa del empresariado extremeño.
Así, ha precisado que en lo que se refiere a las relaciones laborales “ya existe un marco jurídico claro que salvaguarda la igualdad: no existe ningún convenio colectivo ni ningún ordenamiento que tolere la discriminación por razón de sexo en cuestiones salariales, de horario o de tipo de contrato”, pero ha matizado que la labor estará completa “cuando la sociedad en su conjunto asuma con naturalidad la igualdad plena”.
Peinado ha reconocido que existen aún trabajos ‘masculinizados’ o ‘feminizados’ “que es de dónde derivan los datos sobre brechas salariales que luego desvirtúan la realidad”, para agregar: “hoy día, y como debe ser, hombre y mujer perciben el mismo salario por el mismo trabajo, pero existen ‘techos de cristal’, y la percepción de que los puestos de más responsabilidad suelen estar ocupados en mayor medida por hombres”.
Por ello, ha demandado un esfuerzo conjunto de la sociedad para quebrar roles tradicionales que aún pueden pervivir, donde podía orientar, en muchas ocasiones desde la propia familia, a las mujeres hacia cierto tipo de ocupaciones y hacia contratos temporales o a tiempo parcial, mientras se contemplaría como ‘lógico’ que el hombre se decantase por empleos más especializados, mejor remunerados y más estables. “Superar esta situación llevará tiempo, aunque creo que hay que avanzar cada día, y también confío en que las nuevas generaciones ya contemplarán con total normalidad que estos roles no tienen sentido, lo que se trasladará a las relaciones laborales”, ha concluido.