La Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) ha señalado que el plan de ayudas presentado por el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, es una “mojiganga” y no un paquete de medidas realistas que permitan afrontar la crisis económica y social.

Según indica Javier Peinado, Secretario General de la CREEX, el anuncio no es más que tomar una serie de actuaciones ya planteadas y presentarlas como nuevas, y califica como “sarcasmo” que se presente como solución lo que se limita a unos pocos parches.

Así, explica que la rebaja de 20 céntimos en el combustible, compartiendo coste con las petroleras, es algo que ya está en el mercado de libre competencia, “y no parece que su anuncio responsa al sentido común”.

En cuanto a los créditos ICO, el dirigente de la única organización que representa a todo el tejido productivo extremeño asegura que son “una patada hacia delante, y ahora lo vamos a ver, cuando las empresas que accedieron a los anteriores tengan que empezar a pagarlos, sumidas como están en una crisis añadida”.

En el peor momento

Respecto a los ERTE y la prohibición de los despidos por causas objetivas, Peinado ha indicado que el fin de los ERTE COVID llega “en el peor momento”, y reclama que se activen los ERTE por fuerza mayor del sistema RED que figura en la contrarreforma laboral, “pero de una manera razonable, no rebajando como se ha ido haciendo la bonificación en la Seguridad Social y dejando cada vez mayor peso sobre las empresas”.

“Se está perdiendo la causalidad COVID, es cierto –ha añadido—pero nos encontramos con un escenario de incremento de costes de materiales, de energía y de salarios, dificultades de suministros y una guerra en Ucrania, que creemos que son causas de fuerza mayor, para no ir a los ERTE ETOP por causas productivas o económicas, que dependen de lo que la autoridad laboral decida en cada caso”.

Igualmente, ha sido muy crítico con la prohibición de despidos objetivos: “a ver si nos enteramos de que las empresas no despiden por capricho, sino por necesidad, y limitar los instrumentos legales de los que se dispone va contra la necesidad y la realidad del momento”, ha comentado, para agregar: “nos podemos encontrar con que muchas empresas terminen asfixiadas, reventando el 30 de junio, cuando finalice el plan”.