CREEX advierte que si no se cuida a las empresas, el gasto en prestaciones por desempleo será inasumible para el Estado

CREEX advierte que si no se cuida a las empresas, el gasto en prestaciones por desempleo será inasumible para el Estado

La Confederación Regional Empresarial Extremeña (CREEX) ha advertido que de no ayudarse a las empresas para que sobrevivan en el actual escenario de crisis, la factura de las prestaciones por desempleo será inasumible para las arcas públicas.

Según ha señalado Javier Peinado, Secretario General de la CREEX, y en referencia a un artículo publicado en Cinco Días, este año el gasto en desempleo rozará los 45.000 millones, dos veces y media el gasto de 2019 y 13.000 millones más que en 2010, el peor año de la crisis iniciada en 2008.

Este gasto corresponde tanto a las prestaciones por desempleo a quienes han perdido su trabajo por despido o finalización de contrato como, sobre todo, a los pagos por suspensión de contrato de los trabajadores afectados por ERTE, que sumarán a final de año unos 18.000 millones al menos.

“El coste de los ERTE es el que nos puede dar la medida de lo que ocurrirá si no cuidamos el tejido productivo, porque si se hunden las empresas, estos trabajadores irán al paro y percibirán prestaciones hasta que logren un empleo, cosa que sin empresas va a ser complicado que ocurra a medio plazo”, ha indicado Peinado.

Por ello, ha continuado, y pese a que el coste de los ERTE es alto “desde el Gobierno tienen que pensar en qué pasará si una buena parte de estos trabajadores no pueden ser recuperados, y su situación pasa a ser definitiva porque la empresa desparece. En este caso, el coste temporal se convertirá en un coste más prolongado, de años incluso”.

De este modo, el Secretario General de la CREEX ha indicado que hay dos escenarios posibles: “se asume el coste coyuntural de los ERTE hasta que sea necesario para que las empresas se recuperen, y se permite a las empresas ajustar plantillas a la demanda, con lo que los trabajadores que ahora queden fuera del mercado laboral podrán ser recuperados paulatinamente, o se convierte este problema en estructural, forzando a las empresas a afrontar unos costes laborales ahora inasumibles, llevándolas a la asfixia y convirtiendo el problema en despidos masivos con escasas posibilidades de recontratación hasta pasados entre dos y cuatro años”.

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